Bulnes, domingo 1 de marzo de 2009 - 15,00 horas:
Una amenazante mañana de domingo nos llevó al centro y pasamos a la Parroquia Santísima Cruz de Bulnes, la que se encontraba abarrotada de fieles participando de la Misa que hacía el Padre Samuel. El interior de la parroquia lucía luminoso y las voces del coro recorrían los pasillos inundándolo todo. En la entrada, como siempre, la perra observaba a sus amos, los feligreses. Más adelante contaremos la historia de esta perra, porque se las trae y tiene mucho que decirnos.
En la calle los vecinos usaban diferentes prendas: unos poleras y otros chalecos o parkas, el cielo amenazaba con una llovizna, pero finalmente parece que se fue en puras amenazas, por que al cierre de esta nota, se estaba abriendo y muy luego alumbrará el sol.
La puerta del cajero automático del Bancoestado lucía su vidrio roto, como si alguién le dio un combo o un piedrazo para echarlo abajo, pero son blindados además de tener alarma.
En la entrada del supermercado la Sra. que viene de Quillón a vender humitas, las ofrecía humeantes y con un olor que era imposible resistirse a comprarle. Decía que eran las últimas de la temporada.
En la esquina del kiosco frente a la plaza, el concejal Rodríguez explicaba a un vecino el ordenamiento que se está efectuando en el sistema educativo: nivelar las horas de trabajo para todos y quitar los contratos extras que tenían algunos profesores. Igualmente que los alrededor de 15 profesores que dejaron de trabajar es porque estaban contratados por un año y se les venció el contrato y no se les renovó, pero no, como dicen algunos, fueron echados.
La pileta de la plaza estaba funcionando, lo que llamaba la atención, porque cuando más calor hace esta apagada y no lanza agua.
Extrañamente la panadería Emmanuel tuvo listas las empanadas a la salida de Misa.
Pese al frío, Bulnes funcionaba al igual que cualquier día. La vida fluía en cada rincón y los aires de libertad que respiramos hace ya tres meses, parecen que llagaron para quedarse por siempre. Enhorabuena.