La negra, como buena callejera, cría sus hijos en la calle
Bulnes, domingo 1 de marzo de 2009.
La negra, así la llaman los vecinos, es una perra callejera aquerenciada en los pasajes de la población Frei. Hace unos pocos días parió a cuatro hermosos perritos, 3 perras y un perro. Cuando el parto la epremiaba, una vecina le abrió el portón y le habilitó un rincón para que tuviera sus crias. Así fue. Pero la perra no está acostumbrada a las comodidades y luego que se recuperó, con su hocico tiró lejos la frazada que la Sra. María le había puesto como cama a sus hijos. Hizo un hoyo en el cerco y sacó a sus perros y los depositó al lado afuera de la casa, en el pasaje Tupper. La Sra, María le acomodó tablas para hacerle una casita donde cría a sus perros tirados en la tierra, en plena calle, como buena callejera que es.
Pero la negra tiene su historia. En sus callejeos se enamoró de un hermoso perro Pastor Alemán de propiedad de un Carabinero. De tanto pasar por frente de la casa y moverle la cola, el perro saltó la reja y la siguió a la población Frei donde, en plena calle y a la vista de todos, hicieron el amor y quedaron unidos por un par de horas. Hoy ambos son padres.
La negra es la regalona del pasaje. Es mansa y no muerde a la gente, incluso permite que le miren a sus perros. La Sra. María la alimenta y da agua, gestos que la perra agradece abrazándola cuando la ve o la sale a encontrar al regresar a casa.
Con la negra, ya son tres las perras que han parido en diferentes sectores del pasaje Tupper en el último año. La primera fue adoptada por un vecino que se la llevó al campo. La segunda no fue tan afortunada y murió envenenada. A la negra no sabemos que destino le espera, pero cuando lo sepamos, se lo contaremos.