Bulnes, lunes 6 de abril de 2009: 15,45 horas.
Este niño que no cometió pecado, es como un ángel, dijo en parte de su intervención el Pastor Sr. Alegría en el cementerio. Frases como esa y otras se sucedieron durante la ceremonia del sepelio de Rorro, ya sea al salir de su casa, en el homenaje en la escuela liceo D-302 o en el camposanto. La emoción era tan fuerte que fue imposible tomar nota de todo lo que se dijo, lo que cada asistente llevará muy bien guardado en su corazón.
Queremos destacar dos cosas. Primero la gran participación de niños y jóvenes en este velatorio y posterior sepelio, lo que queda de manifiesto en las fotografías. Aquí hay un potencial juvenil que está gritando que se les de un espacio y las instancias de participar. Hoy hay que dárselas porque mañana puede ser tarde. Casa de la juventud o programas de gobierno, atentos, aquí se les necesita a gritos.
Segundo: la gran solidaridad y generosidad de los padres de Rorro, ya que apenas fueron informados que no había esperanzas para su hijo, decidieron donar todos sus órganos, lo que no se pudo debido al estado en que se encontraban. Y lo más sorprendente y difícil de entender en estos días, es que ya perdonaron al vecino Nilo Fuentes, que atropelló a su hijo, porque entienden que fue un accidente, por lo que no realizaran ningún tipo de acciones legales. Todo un ejemplo.
Estuvimos estos tres días informándoles a ustedes estimados lectores, de este lamentable caso. Hoy y a contar de las 11,25 horas, Rorro descansa en paz junto a Dios. Ojalá algo de lo vivido haya quedado entre los vecinos.
Rorro, viviras por siempre en el corazón de cada uno de los bulnenses que te conocieron o supieron de tí después de tu muerte. Descansa en paz.