Bulnes, jueves 12 de marzo de 2009:
La negra, esa perra callejera que cría a sus cachorros en la calle, los dejó abandonados a su suerte y la consecuencia no se dejó espèrar: uno de los perritos murió por falta de leche perruna.
Ante ello la reacción de los vecinos no se dejó esperar y ahora que la perra no los amamanta, los alimentan mediante jeringas porque aún no saben chupar la mamadera. Así esperan salvar a los tres que quedan y esperar que crezcan un poco más para regalarlos a algún vecino que los necesite.
La negra, pese a haberse alejado de sus hijos, aún se mantiene en el lugar, quizás más por la comida que por amor a sus crías. Sigue igual de cariñosa con la gente y el meneo de cola da a entender que no solo se lo hace a los vecinos. Parece que muy luego se arrancará para la otra cuadra en busca del perro policial que ya una vez la hizo perder la cabeza.